Desde la estepa
Cara a cara con uno o en soledad, como se prefiera. Despacito y muy calmado el cactus va florando Calladito y silencioso está siempre concentrado Sigue su curso, siempre a su ritmo Va sin apuro, se mira a si mismo Toma sin culpa lo necesario, del suelo, del aire y del cielo, Y así va armando su escenario Florece para el, más no es egoísta Aporta deleite y belleza a la vista Y sigue siendo hermoso, con todo y sus espinas